“La Política Petrolera de Apertura” derrotada por la Revolución

Parte I

PDVSA fue restructurada, organizada y liberada por la revolución del presidente eterno, Hugo Chávez Frías, pero es importante recordar lo que sucedió años antes de que se levantara la bandera victoriosa de la soberanía.

En el año 1976, la industria petrolera era considerada un “Estado dentro del Estado”, pues sus ejecutivos venezolanos compartían los ideales de las organizaciones petroleras internacionales; en ese momento el régimen político que reinabaestaba a manos de los partidos AD y COPEI, quienes principalmente obedecían a intereses capitalistas, que no trabajaban por responder las necesidades del pueblo.

El auge petrolero de 1970 no fue aprovechado, ni se creó un eficiente régimen fiscal y regulatorio, al contrario, realizaban políticas realmente desastrosas y caracterizadas por el despilfarro, esto trajo como consecuencia, después de 1989, de la llamada Política Petrolera de Apertura o simplemente Apertura, que no era más que la REPRIVATIZACIÓN de la industria.

Los ejecutivos de PDVSA mantenían su ideal de la internacionalización de la industria y de mantener las ganancias fuera del país para su propio beneficio, mientras el movimiento, fundado alrededor de 1982, por el comandante Chávez, pretendía salvar al país de estas políticas de privatización.

¿Nacionalización?

A pesar de los intentos de Nacionalización realizados por el gobierno de la época, esto no dio los resultados deseados, porque dentro de la empresa coexistían tres grandes concesionarias extranjeras que operaban en el país: Exxon, Shell y Mobil, quienes habían seleccionado a venezolanos para ocupar las más altas posiciones ejecutivas e intentaban minimizar los ingresos fiscales y limitar sus obligaciones con respecto a esta tema.

Gracias a estas políticas, la industria obtenía un gran desarrollo, pero esto no significaba mayores beneficios para el país, PDVSA trabajaba para PDVSA. En 1989, cuando Carlos Andrés Pérez asumió la presidencia realizó la apertura al capital extranjero (de compañías petroleras internacionales y países consumidores), el ideal de estos no era la privatización, sino reducir el poder del Estado, de maximizar su participación en los ingresos petroleros y de controlar los precios y la oferta. Cuando se hablaba de una “Nacionalización”, pues no hacía falta la vigilancia por parte del Estado lo que desencadenó mayor corrupción.   Así, finalmente, un gobierno aislado e indefenso fue ahogándose en su riqueza financiera.