“La Política Petrolera de Apertura” derrotada por la Revolución
Parte II
Brasil y Venezuela pueblos unidos por América Latina
En el año 2005, Venezuela y Brasil se unieron muchísimo más, gracias al plan de ubicar una refinería en los espacios del estado de Pernambuco, Brasil. Como muestra de los lazos que siempre fueron prioridad para el comandante eterno, Hugo Chávez Frías.
El Ministro de Energía y Petróleo y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez Carreño, realizó un escrito para justificar el planteamiento, que traería para el país importantes beneficios. Allí explica que, en principio la relación que existe entre Venezuela y Brasil proviene de la amistad que hubo por muchos años, entre los líderes Simón Bolívar y el brasileño José Ignacio Abreu y Lima.
Ambos, hombres soñadores que tenían entre sus ideales la liberación de sus pueblos, vistos como pequeños poblados desposeídos; realizar una revolución y darle libertad social a las clases más perjudicadas y menospreciadas.
José Ignacio Abreu Lima fue capitán en la causa patriótica desde el año 1819 en Angostura, se sintió atraído por las ideas bolivarianas, pensamientos que seguro también fueron aportadas por su padre, conocido como “El Padre Roma”, un revolucionario independentista que fue capturado, sentenciado y luego fusilado por la corona Portuguesa, todo esto en presencia de su hijo Abreu Lima.
El pernambucano se sintió desde siempre atraído por los ideales de liberación, tras él mismo ser espectador de la opresión que sufrían los pueblos “menos poderosos”, esto generó una gran matriz de opinión, que ellos junto a otros revolucionaros fueron dando fuerza entre los ciudadanos.
Bolívar sabía que América debía unirse para poder consolidar esos sueños de libertad, solo unidos podían enfrentarse ante las fuerzas de los grandes imperios y proporcionar a sus pueblos la máxima felicidad posible.
La idea de construir una refinería en Brasil, no fue solo un avance a la industria petrolera y a demostrar la unidad que existe entre los pueblos hermanos, sino una cuenta pendiente y un ciclo que fue abierto, hace tiempo por los revolucionarios Bolívar y Abreu, y que ahora es un deber cerrar.