El asedio, por Rafael Ramírez

El pasado miércoles 17 de mayo, obtuvimos una resonante victoria en las Naciones Unidas al derrotar la maniobra del Gobierno Norteamericano de introducir como tema de la agenda del Consejo de Seguridad la situación interna de Venezuela. Quiso el Imperialismo, por esa vía tan peligrosa, estrechar el asedio contra nuestro país, querían emboscarnos y fallaron, pero la intención o mala intención de la potencia más agresiva y poderosa del mundo debe poner en guardia a todos los venezolanos.

El Consejo de Seguridad es uno de los órganos más importantes de las Naciones Unidas, su principal característica es que tiene el monopolio del uso de la fuerza en el sistema multilateral. La Carta de las Naciones Unidas establece que el Consejo de Seguridad puede actuar sobre cualquier situación o país que sea una amenaza a la seguridad y paz mundial.

El Consejo puede invocar el Capítulo VII de la Carta para actuar de varias maneras coercitivas sobre una situación que sea tal amenaza, por la imposición de sanciones, bloqueos, etc, hasta el uso de la fuerza militar. El Consejo tiene quince miembros, cinco permanentes: EEUU, Rusia, Reino Unido, Francia y China, quienes tienen la prerrogativa del veto a las decisiones y manejan de manera conjunta los procedimientos del Consejo de Seguridad y de las Naciones Unidas; y diez miembros no permanentes, electos por dos años por la Asamblea General de las Naciones Unidas, sin derecho al veto. Los miembros permanentes tienen el control del Consejo de Seguridad.

El grupo llamado P3: EEUU, Reino Unido y Francia, generalmente actúa como bloque y usa el Consejo de Seguridad para desarrollar sus propias políticas nacionales. Por otra parte, el P3, ha venido creando un andamiaje de tutelaje e intervención desde el Consejo de Seguridad sobre países y situaciones a su conveniencia.

Por una causa u otra, cerca del 70% de los Comités de Sanciones afectan a países africanos, el Consejo de Seguridad ha sido el instrumento para actuar militarmente en Libia, asediar y sostener la guerra en Siria, Yemen, Irak y mantener en el tiempo la ocupación ilegal de Palestina por parte de Israel y del Sahara Occidental por parte de Marruecos, por solo mencionar algunas.

Acá en la ONU, si un país entra a la agenda del Consejo de Seguridad, no se sabe cuándo saldrá, queda como un país tutoreado por las grandes potencias, en manos de un club selecto de países, con una estructura y funcionamiento absolutamente antidemocrático, que contrasta con uno de los principios de la Carta de las Naciones Unidas: la igualdad soberana de los Estados.

La última vez que estuvimos presentes en el Consejo de Seguridad como miembro no permanente, electos en la Asamblea General por una votación abrumadoramente mayoritaria de los países, fue para el periodo que acaba de culminar:2015-2016.

Me correspondió la honrosa labor de representar a nuestro país en este organismo tan importante y llevar la voz de nuestro pueblo, de la Revolución Bolivariana y defender el legado del Comandante Chávez en este estrado, el más alto de la Política Internacional.

Allí levantamos dignamente nuestra voz en apoyo a las causas justas de los Pueblos, en defensa del principio de no intervención, el respeto a la soberanía, en contra de la guerra y participamos activamente en proteger y defender a los países en desarrollo de todas las maniobras e injerencias que se cuecen en el Consejo de Seguridad.

Debemos decirlo con claridad, afortunadamente contamos en el Consejo de Seguridad con la presencia de dos miembros permanentes: Rusia y China, con los cuales tenemos una relación estratégica que nos permite trabajar en conjunto en defensa de los principios de nuestra política e intereses nacionales y el de los países en desarrollo.

Por otra parte, el trabajo constante de apoyo, consulta y vocería de países hermanos que están bajo medidas u acciones coercitivas del Consejo de Seguridad, situaciones que los amenazan, así como países hermanos que sufren la guerra, la agresión extranjera, el flagelo de la ocupación militar o el terrorismo, nos ha permitido fortalecer la posición internacional de nuestro país y demostrar al mundo la seriedad y profundidad de nuestros principios y acciones lo cual nos ha ganado gran apoyo y respeto en el seno de las Naciones Unidas.

Así, lo puedo decir con toda propiedad, haber derrotado el intento de EEUU de llevarnos al Consejo de Seguridad, solicitando su intervención en nuestros asuntos internos, ha sido una gran victoria para nuestro país. La potencia agresora quedo aislada en sus pretensiones, por ilegales, injustificadas y nuestro país no entro, no tiene por qué entrar, en la agenda del Consejo de Seguridad.

No seremos jamás un país vulnerado en su soberanía, ni tutoreado por ningún país u organismo internacional. Somos los hijos de Bolívar y Chávez. Lo que no puedo entender, lo que no tiene ninguna justificación y lo que me indigna como venezolano, es que existan personas, medios de comunicación y partidos o dirigentes de la oposición que siendo venezolanos, apoyen y pidan, de la manera más vergonzosa, una intervención extranjera en nuestro país.

Estos señores están cometiendo el delito de traición a la patria, son unos irresponsables al instigar y coaligarse con la extrema derecha de Florida y del continente para pedir y casi que exigir una intervención de fuerzas extranjeras en el país. ¿Hasta dónde pueden llegar sus apetencias personales? ¿No tienen límite alguno? ¿No tienen ningún sentido de patriotismo, de dignidad? ¿Cómo se puede andar recorriendo las sedes de organismos internacionales, países con gobiernos de derecha o el gobierno que sea, grandes y peligrosas potencias, que quieren apropiarse de nuestros recursos, de nuestro petróleo, que no les importaría descargar sus arsenales militares o desplegar su odio contra nuestro pueblo, ocupar nuestra tierra? ¿Cómo se puede hacer esto y luego pretender dirigir nuestro país? No conocen al pueblo, ni a nuestras Fuerzas Armadas Bolivarianas, ni a nuestros obreros.

No lo vamos a permitir, bajo ninguna circunstancia. Yo siempre agradeceré al Comandante Chávez y al Pueblo Bolivariano la posibilidad de trabajar y luchar por nuestro país, por nuestro petróleo, por nuestra soberanía, nuestro desarrollo social, por el socialismo. Me honra servir a mi país, y así lo he hecho en cualquier circunstancia, con nuestra Revolución Bolivariana. Por una razón u otra, luego de las altas responsabilidades desempeñadas en el Estado Venezolano y en la Dirección de la Revolución Bolivariana, estoy acá, lejos de mi patria.

Extraído de www.panorama.com.ve