El asedio, por Rafael Ramírez (Parte II)

Soy consciente de mi tarea y por ello tengo dos años preparándome y trabajando para este momento, el de defender a todo nuestro Pueblo, la integridad del país desde estos espacios, en momentos definitivos para nuestro futuro, lo he hecho con honestidad y lealtad y lo seguiré haciendo con firmeza, sin cálculos egoístas como me enseñó mi padre a conducirme desde muy joven y como nos enseñó el Comandante Chávez, en la Revolución Bolivariana.

El asedio contra nuestro país es muy grave, es una estrategia articulada desde el exterior con los agentes y operadores políticos de la desestabilización. Han creado una situación de violencia en las calles a raíz de una actuación ilegal de la OEA, tomando como excusa errores de algunas instituciones.

Sus acciones y su narrativa están perfectamente articuladas con los factores e intereses extranjeros que nos asedian. Cuando se estimula la violencia desenfrenada y sin sentido en las calles, sin objetivos, sin liderazgo, sin conducción sin control, lo que se buscan son muertos, aumentar una cuenta sangrienta para dar argumentos a la acción internacional.

No les importa quien muere, ni en cual circunstancia, lo que hacen es cabalgar sobre la tragedia y transformar estos sentimientos dolorosos en odio y combustible para una violencia extendida, a través del uso de las redes sociales en lo que la CIA llama una operación de “enjambre”. No es nuevo, ya lo han hecho en otras situaciones como Libia, Siria y Ucrania.

En base a estas situaciones desgarradoras de violencia y muerte que condenamos y son repudiables vengan de donde vengan, se estimula y articula una acción fascista de asedio y violencia contra dirigentes y el pueblo Chavista.

Son comunes ahora las golpizas e intentos de linchamiento contra cualquiera que ellos sospechen Chavista o Bolivariano, como si eso fuese un delito. Parecen las hordas del partido nazi alemán o las falanges franquistas. Artistas y gente de los medios de comunicación utilizando irresponsablemente las redes sociales para incitar el delito y la violencia, deben ser llevados a la justicia, son instigadores al crimen.

Ahora se ha desarrollado una operación de asedio, persecución y violencia contra ciudadanos venezolanos en el exterior, incluso niños, acusados de Chavistas o funcionarios del gobierno, nuevamente, como si esto fuese un delito.

Acá en la Misión de nuestro país en la ONU tuvimos un incidente de agresión, repelido como corresponde por un funcionario nuestro en defensa de una joven trabajadora, y activamos a los cuerpos de seguridad de este país, es correspondencia con la Convención de Viena y de sus propias leyes.

El agresor está preso y hemos llevado ante la justicia a otros agresores, que suponen que aquí están en Baruta o Chacao. Cuando por otra parte los dirigentes de la oposición y algunos medios irresponsables hablan de “crisis Humanitaria en Venezuela”, ellos están alineados con el libreto que han preparado para una actuación extranjera.

El término “crisis humanitaria” en las Naciones Unidas es una categoría de situación bien definida, que de existir reclama la actuación de sus distintos organismos. Pero “crisis humanitaria” presupone una situación como la de Siria, donde hay doce millones de desplazados, cientos de miles de civiles asediados y cerca de 300.000 muertos; o la de Irak donde hay diez millones de desplazados y no existen instituciones del Estado que puedan contener el avance y desmanes de los grupos terroristas o los asesinatos entre distintos grupos étnicos; la de Yemen sometida al bloqueo y bombardeo sistemático de su pueblo y toda su infraestructura de salud, donde las victimas principales son niños; o conflictos como los de Darfur, Sudan del Sur o Somalia, donde hay cientos de miles de muertos por hambre, no existen instituciones que los atiendan y hay una violencia, una guerra sin ningún tipo de control o regulación.

Cuando se usa este término para describir la situación de nuestro país, se está buscando la intervención internacional. Ésto no niega, nunca lo he hecho y creo que es un error hacerlo, que no estemos ante una situación económica-social muy compleja.

Es una situación que está erosionando el apoyo popular a la revolución, al socialismo y que está llevando a algunos sectores de la sociedad a la confusión, lo que los hace caer bajo la manipulación y las operaciones políticas o de desinformación de la extrema derecha venezolana e internacional.

No podemos cometer errores, ni fallas en la apreciación de la situación económica, política y social del país, es muy compleja, los enemigos nos asedian y acechan a la caza de una circunstancia que favorezca sus planes. La dirección política de la revolución y las fuerzas progresistas, deben declararse en emergencia para abordar permanentemente esta situación.

En el momento en el que me correspondió desempeñarme como Vicepresidente del área económica y estaba al frente de PDVSA, propuse una serie de medidas y curso de acción, previniendo una situación como esta, incluso la expuse en el Congreso de PSUV.

No hubo la discusión necesaria, suficiente comprensión o conciencia de la situación que se avecinaba. Nosotros tenemos razones sagradas para la lucha, tenemos un pensamiento y un legado que defender en beneficio de nuestro pueblo, tenemos un Plan y un futuro para nuestro país. Tenemos un Pueblo noble, tenemos cómo vencer. Tenemos a Chávez. ¡Venceremos!

Extraído de www.panorama.com.ve