La nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco por Rafael Ramírez
Por Rafael Ramírez embajador de Venezuela en la ONU
En el 2006, el Comandante Chávez había anunciado el carácter socialista de nuestra revolución. Él sabía que habíamos avanzado en el proceso de recuperación del sector petrolero, pero que nos faltaba el grupo más agresivo, estrechamente vinculado al imperialismo norteamericano: los Convenios de la Faja, llamados por la prensa nacional, como las “Asociaciones Estratégicas”. El Comandante sabía que nos faltaba dar esa batalla final por nuestra soberanía, él manejaba sus tiempos.
Luego de la victoria electoral, estábamos el 8 de Enero de 2007 en el acto de juramentación de los Ministros de la Revolución para ese período, el período del Socialismo. El Comandante Chávez, luego de ratificarme como Ministro de Energía y Petróleo, me dio una instrucción en público, que se convirtió en el inicio de una ofensiva por el Socialismo: “Elimínese que empresas internacionales tengan el control del crudo del Orinoco… ¡NO! Eso debe pasar a la Nación”.
Inmediatamente nuestro equipo político-jurídico del Ministerio comenzó a trabajar en el Decreto Ley de Nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco, el Decreto 5200 del 26 de febrero de 2007. Sabíamos que teníamos que cuidar los aspectos legales porque nos tendríamos que enfrentar a los arbitrajes internacionales.
La Movilización de los trabajadores petroleros fue crucialpara la ejecución de la Ley. La Nueva PDVSA bullía de pasión y conciencia revolucionaria. Sabían que recuperando la Faja Petrolífera íbamos a ejercer Plena Soberanía sobre todo nuestro petróleo, que pondríamos fin a la entrega de nuestras riquezas.
Nos movilizamos desde las áreas de producción para concentrarnos en el Complejo industrial José Antonio Anzoátegui, conocido como Jose. Los equipos legales preparando las actas con el Ministerio Público, los operadores de otras áreas de refinación prestos a cualquier emergencia operacional, los muchachos de exploración y producción listos para controlar las áreas operativas en la Faja. Cuidamos todos los detalles. Buscamos una estatua ecuestre de Bolívar para colocar en la entrada del Complejo con una placa conmemorativa, allí debe estar.
Nos fuimos desde la noche anterior a esperar aquel primero de mayo histórico. El espectáculo era extraordinario, miles de trabajadores de la Nueva PDVSA apostados a las afueras de Jose, listos para recibir al Comandante Chávez que vendría en la tarde al acto. Los cuadros de dirección de la Nueva PDVSA estábamos allí, en primera línea con los trabajadores, cuidando los detalles y reportando al Presidente. Tarde en la noche me llamó el Presidente desde su Despacho, estaba con unos visitantes extranjeros y él les explicaba que estaba pasando. Como siempre, atento a todo.
Cuando se cumplió el plazo y comenzó el primero de mayo, entramos a las áreas e instalaciones que hasta ese momento estaban negadas al Estado. Fuimos a cada Asociación. Nos recibieron los obreros eufóricos, puesto que ahora eran parte de la Nueva PDVSA. Verificamos con el Ministerio Público y nuestros responsables, que se hubiese cumplido el traspaso como indicaban nuestras leyes. Hicimos actos simbólicos de cambios de cascos, los blancos, anaranjados y azules de las transnacionales, por los Rojos Rojitos de la Nueva PDVSA. Los muchachos responsables de las operaciones estaban todos en sus puestos y nuestros nuevos equipos de dirección operacional ya tenían control. No hubo ningún incidente, ni problema. Bajamos las banderas de las transnacionales y subimos el tricolor de las ocho estrellas. Los trabajadores taparon con grandes banderas tricolor las siglas de las transnacionales en los tanques de almacenamiento.
Estábamos en contacto con el Gobernador del Estado Anzoátegui, nuestro Compañero Tareck William Saab, a quien conozco desde que militábamos en el PRV-Ruptura y al cual expreso mi solidaridad en estos momentos.
Seguían llegando obreros desde las áreas más remotas, querían estar con el Comandante. Era un momento de máxima movilización y pasión, nos convocaba la patria y el Socialismo, era la nueva etapa de profundización de la revolución.
Cuando recibimos al Comandante nos trasladamos directo al acto mientras preguntaba todos los detalles, no dejaba de dar instrucciones sobre el futuro que se nos abriría con este paso histórico.
El espectáculo era extraordinario, cerca de cuarenta mil obreros desbordaron la gran avenida que conecta a todos los mejoradores y demás instalaciones del complejo industrial. Todo era una masa compacta, Roja Rojita, apasionada, bajo un sol radiantemente oriental, de llanura y playa. En la tarima, los Ministros de la Revolución, Dirigentes, Alto Mando Militar, Jefes de Componentes Militares, Junta Directiva de PDVSA, jefes operacionales, obreros: las fuerzas de la Revolución.
El Comandante me hizo el honor de antecederlo en la palabra con un mensaje a nuestros trabajadores. Allí, para mi sorpresa, me levantó la mano en un acto espontáneo y sincero de victoria y camaradería. Su discurso fue vibrante, puso en su justa dimensión el paso histórico que estábamos dando, la posibilidad de Socialismo, el rol de la Nueva PDVSA, el Petróleo como instrumento de liberación y redención de nuestro pueblo y la recuperación de la Faja Petrolífera como un acto de Plena Soberanía. El saludo a nuestros obreros y el realce de su papel histórico en la consolidación y profundización de la revolución y el Socialismo. Su discurso culminó con el paso rasante de nuestros aviones Sukhoi que simbolizaban el ejercicio de nuestra independencia.
Fue una jornada histórica. Invito a los trabajadores petroleros a recordar y revisar esos momentos, las tareas que nos asignó el Comandante Chávez en la construcción del Socialismo. Son ustedes custodios y defensores del legado del Comandante Chávez, nadie ni nada podrá arrebatarnos la Faja. Las transnacionales no volverán. Ahora que la derecha violenta arremete, se asoma el fascismo, ahora que no está Chávez y que el imperialismo cree acabada la patria de Bolívar, mañana primero de mayo los trabajadores deben jurar y reafirmar en su corazón infinita lealtad a Chávez, su legado, Faja Petrolífera, Pueblo y Socialismo. Así lo hicimos nosotros en los momentos de ofensiva y combate, así lo hemos hecho en los terribles momentos de su partida. ¡Venceremos!
Artículo extraído de www.panaroma.com.ve